Tradicionalmente se han concebido tres modelos distintos de televisión educativa. Lothar Humburg (en Meyers, 1991:65-67) los describe de la siguiente forma:
El modelo del enriquecimiento Diseñado para complementar la tarea del profesor, proporcionándole nuevas herramientas (de forma excepcional), en el proceso educativo dirigido plenamente por el propio profesor | Está planteado para los centros escolares o de formación. Se le conoce también con el nombre más rutinario de televisión escolar. El medio televisión pierde su autonomía ante la institución educativa, ya que su uso es complementario a las lecciones del profesorado. El profesor, con su libro y sus clases previamente preparadas, usa la tele como complemento, para ilustrar algunas partes del curso. Esto se debe al fuerte impacto que causan las imágenes de televisión. De ahí que se hable de un uso ilustrativo de la TV en este modelo de televisión educativa. Pero en el modelo del enriquecimiento existen diversas formas de usar la TV y el video que se pueden sistematizar de la siguiente manera: · Uso del video como ilustración: el profesor realiza la explicación y utiliza la televisión como complemento gráfico. · Uso del video como elemento motivador: crea un objeto de deseo, despierta en el sujeto una intriga, provoca en el alumno un deseo, excitación, seducción... · La televisión como exploración: se trata de descubrir a través de la televisión aquellos elementos que no le son conscientes al alumno a primera vista. Hace manifiesto lo latente. · La televisión como registro: se trata de conservar el valor de una imagen, de guardar un acontecimiento para poder recuperarlo en el futuro. Es entonces una reconstrucción activa de sucesos importantes que tuvieron lugar en el pasado. · La televisión como polémica: un programa puede discrepar con lo que ha explicado el profesor. Esto puede servir como fuente de argumentación, como catalizador de una discusión y una reflexión... |
El modelo de enseñanza directa La televisión educativa, por el motivo que sea, tiene que sustituir la figura del docente | Surge de la necesidad de suplantar un sistema educativo escaso o ausente, por ejemplo, en países poco desarrollados económicamente o en zonas rurales de difícil escolarización. En este contexto la enseñanza a través de la televisión es una enseñanza a distancia, ya que la enseñanza presencial resulta inviable, de forma que se justifica plenamente el modelo. No es una televisión escolar como la del modelo del enriquecimiento, sino más bien lo que se conoce como una televisión curricular, diseñada educativamente. Este modelo confía en él mismo para cumplir su tarea educativa y es consciente de que sirve para rellenar carencias, como la falta de profesorado. La propia televisión, propone el programa, los contenidos, la estructura. El vehículo de transmisión es la difusión de sus espacios. Por otro lado, demanda a la audiencia cierta fidelidad para seguir los contenidos y recorrer el plan que se le propone. Está basado en la idea de la autonomía de la televisión educativa como medio de instrucción y formación, haciendo de esta característica la diferencia básica con los otros modelos, que conciben la televisión como un elemento de cooperación con otros sistemas que no son la televisión. El modelo de enseñanza directa se halla actualmente en decadencia práctica. Su uso es exclusivo para aquellas situaciones que no permiten otro modelo o la cooperación de varios sistemas. A pesar del declive, constituye un elemento esencial para la televisión educativa, ya que es el modelo que más se ve reforzado a experimentar métodos y procedimientos autónomos que acaban enriqueciendo a los demás modelos de televisión educativa. Este modelo no tiene más recursos que él mismo, de tal forma que debe experimentar, probar y agotar todos los lenguajes, estructuras, posibilidades y recursos a su alcance sin la ayuda de ninguna otra institución. Debe innovar a cada paso. |
El modelo de contexto La televisión educativa aporta documentos y materiales que, relacionados con otros, construyen una posibilidad estructurada de formación | Se esboza en dos ideas principales: 1) Cooperación con otros sistemas: Partimos de la idea de que la educación, el aprendizaje y la actividad cultural son procesos complejos en los que intervienen muchos instrumentos, se implican muchas habilidades y se exploran modalidades muy diversas. En este contexto, la televisión es sólo un medio más entre otros tales como la escuela, la enseñanza curricular, los libros, programas de ordenador, casetes de audio, la actividad cultural... La orquestación es, pues, un elemento básico del modelo de contexto: hay que coordinar elementos muy variados, actores e instituciones, establecer estructuras complejas y flexibles... pero, en todo caso, es necesario guardar una coherencia y un cierto equilibrio entre las partes, además de asegurar siempre la permanencia de un objetivo común. Requiere la participación del espectador, que debe combinar los diversos elementos para garantizar la orquestación prevista, a la vez que examina el modelo educativo diseñado para adaptarlo a sus propias necesidades. 2) Organización multimedia: Tradicionalmente, los complementos de la televisión educativa podían ser un libro, un audio, o un programa de ordenador. Actualmente tenemos más posibilidades y formas de interactividad: · La televisión interactiva: permite acceder a datos escritos sobre el programa, responder preguntas, conectar los usuarios entre sí... · Las redes telemáticas: bases de datos, correo electrónico, videotexto... · La cooperación con el sistema cultural: incentivar actividades, promover las relaciones con otros grupos... · Publicaciones: catálogo de la programación, revista de las guías didácticas, libro como complemento a un video, colección de fascículos basado en un programa... |
CONCLUSIÓN: Lo que entendemos por televisión educativo-cultural hoy en día coincide con el modelo de contexto. Pérez Tornero J.M. (1994) afirma que es “su consolidación y ampliación, su institucionalización social”. Los otros dos sistemas pueden ser integrados en ámbitos específicos de un modelo general de contexto.
Como hemos señalado, en el modelo de contexto, la televisión forma parte de un sistema complejo donde su acción puede y debe orquestarse en relación con otros elementos. De esta manera el proceso educativo y cultural pasa a ser una tarea dentro de un sistema global.
La televisión educativo-cultural de contexto obliga al telespectador a recorrer el sistema controlando sus propias exigencias y sus propias demandas, regulando el uso de cada uno de los elementos a su medida. De esta manera tiene la posibilidad de realizar su propio itinerario educativo o cultural, de forma personalizada y consciente.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
Pérez Tornero, J.M. (La televisión educativa. Madrid, UNED). Cap. 4, pg. 27 a 49
Pérez Tornero, J.M. El desafío educativo de la televisión. Para comprender y usar el medio. (Barcelona, Paidós). Cap. 7. Pg. 165 a 188
No hay comentarios:
Publicar un comentario