Len Masterman (1996) define tres modelos en la educación audiovisual*:
Modelo proteccionista | Consiste en proteger al alumno del mal gusto, haciendo una distinción entre la cultura popular y la alta cultura. La enseñanza de los medios era contra los medios, poniendo en evidencia su carácter manipulador y su mal gusto frente a los valores eternos de la gran literatura, pintura o música. |
Modelo evaluador ( años 60) | Se dota al alumno de criterios para que pueda discernir una “buena” película de otra “mala”. Se trataba de conseguir que el alumno tuviese la capacidad de escoger, entre todos los elementos de la cultura popular, aquellos productos que procurasen un goce estético o intelectual. |
Modelo representacional ( años 80) | Se incide en la idea según la cual los medios audiovisuales no operan como espejos de la realidad sino como medios de producción o construcción de dicha realidad. En este contexto, el concepto clave de la enseñanza audiovisual es el de representación. |
*J.L. Fecé, en Comunicación y educación en la sociedad de la información (Barcelona, Paidos). Cap. 6: Lectura crítica de los medios audiovisuales
Otros autores, como Roberto Aparici (1996) destaca tres ideas sobre la forma de educar para los medios, fundamentadas en las diversas actitudes ante los medios*:
Concepción tecnicista | El profesor es un tecnólogo. Su única preocupación es saber cómo utilizar los medios en el aula, aunque sin reflexionar sobre ellos. Es la concepción de muchos periodistas y de muchos especialistas en nuevas tecnologías, que privilegian la enseñanza del manejo sobre la del uso reflexivo. |
Concepción de los efectos | Por el simple hecho de introducir los medios en el aula, el alumno ya se beneficiará, es decir, se da por supuesto que por el sólo hecho de introducir el vídeo en el aula se va a producir un aprendizaje. Es cierto que se introduce un nuevo aparato en el aula, pero todo sigue igual. |
Concepción crítica | Los medios audiovisuales forman parte de los textos que se utilizan en las clases. Se pretende que los alumnos puedan hacer y deshacer mensajes, que entiendan el proceso de producción de los textos audiovisuales desde varias perspectivas: social, económica, política o estética. |
*J.L. Fecé, en Comunicación y educación en la sociedad de la información (Barcelona, Paidos). Cap. 6: Lectura crítica de los medios audiovisuales y
*J.L González Yuste, en Comunicación y educación en la sociedad de la información (Barcelona, Paidos). Cap. 7: Variables de la educación en comunicación
J.L. Fecé y González Yuste analizan estas opiniones y cómo las actitudes protectoras y evaluadoras son compatibles con los modelos tecnicista y el centrado en los efectos, ya que están fundamentados en cuestiones técnicas y funcionales, es decir, en el estudio del medio en sí mismo sin tener en cuenta los contenidos que vehiculizan, y sin analizar el mensaje o las formas de representación utilizadas. En definitiva, se admite la utilización educativa de los medios como recurso, pero sin reflexión sobre los mismos. Por otro lado, se atiende al beneficio que los medios aportan al proceso de enseñanza-aprendizaje. Su presencia tiene un valor motivador para el alumno y su aprendizaje. Pero en el peor de los usos se utiliza como un instrumento de distracción. Los medios resuelven carencias del sistema tradicional, pero a menudo se olvida que la clave se encuentra más en el tratamiento pedagógico y didáctico que en la simple introducción del medio en las aulas.
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La enseñanza de los medios audiovisuales debería centrarse en el concepto de representación |
Así pues, la concepción crítica de la enseñanza de los medios audiovisuales debería centrarse en el concepto de representación definido por Len Masterman, ya que los medios no actúan como espejos de la realidad o ventanas abiertas al mundo, sino que producen construcciones de la realidad. Por este motivo, la lectura crítica de los medios audiovisuales no se puede pensar sin una práctica creativa: leer desde diferentes perspectivas, ver y pensar más allá de los presupuestos racionales que gobiernan la existencia cotidiana. Fecé afirma que la “lectura crítica debería hacer consciente la relación entre experiencia y pensamiento, no dar por supuesto que las cosas son como son”. Es por eso que el objetivo debería ser alterar la experiencia de lo conocido para incrementar las posibilidades de acción humana y operar así también en una dimensión política.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
Varios autores, (2000): Comunicación y educación en la sociedad de la información. Nuevos lenguajes y conciencia crítica (Barcelona, ed. Paidós). Cap. 6, Pág. 135 a 168 (Autor: José Luis Fecé) y Cap. 7, Pág. 171 a 219 (Autor: José Luis González Yuste)
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