viernes, 7 de enero de 2011

Lectura crítica de medios audiovisuales

 
La lectura crítica de los medios audiovisuales consiste
en desmantelar la aparente naturalidad de las imágenes

La sociedad postmoderna y consumista en la que nos encontramos produce significados mediados a través de imágenes y representaciones que pretender transmitir la verdad, y las hace circular a través de un hiperespacio electrónico y audiovisual. La lectura crítica de los medios audiovisuales consiste en desmantelar la aparente naturalidad de las imágenes, en discutir la falsa “transparencia” de los medios audiovisuales. Según J.L. Fecé (2000), el principal objetivo de una teoría y pedagogía crítica de los medios audiovisuales debería ser el de mostrar cómo las instituciones y los públicos construyen los significados de las imágenes que nos muestran los medios.
La lectura crítica de los medios audiovisuales debe hacerse en un marco interdisciplinario en el que confluyen la sociología, la antropología, la semiótica o la psicología, entre otras disciplinas. Pero hay que tener en cuenta que el marco institucional-académico español no da excesivas facilidades a los enfoques interdisciplinarios. La introducción de materias referentes a la comunicación audiovisual o a los medios de comunicación en la enseñanza media, es todavía una utopía. Es de esperar que la creciente importancia cultural, social, económica y tecnológica que en nuestras sociedades han adquirido los medios de comunicación consiga introducir esas materias en la enseñanza media, a la vez que cambia la estructura de las actuales facultades de Ciencias de la Comunicación.
La crítica a la supuesta evidencia de las imágenes implica desechar la propia “supuesta” evidencia. Esto es, dejar de considerar las ficciones audiovisuales como un simple entretenimiento, o como productos culturales que sólo tienen interés analizados desde un punto de vista económico o tecnológico. Esto es evidente, tal como dice J.L. Fecé, porque “podemos encontrar reflexiones y análisis centrados casi exclusivamente en la eficacia didáctica de los medios audiovisuales y que terminan hablando de ellos acríticamente, considerándolos como meros apéndices tecnológicos y dejando de lado el análisis de los significados que vehiculan”.
Los cambios tecnológicos plantean la 
 necesidad de redirigir nuestras actitudes
respecto a los medios y a las formas de enseñar
Los cambios tecnológicos plantean la necesidad de redirigir nuestras actitudes respecto a los medios y a las formas de enseñar. Hay nuevos instrumentos, nuevos objetos, nuevos sistemas de representación, nuevos mundos de referencia para los alumnos… en definitiva nuevas realidades o dimensiones, como pueden ser la dimensión económico-tecnológica, la social y cultural, la político-ideológica o la representativa. Así, la introducción en el aula de medios audiovisuales, informáticos y telemáticos es un hecho aceptado por maestros y pedagogos. Sin embargo, esto no está tan claro cuando se trata de introducir en las aulas  productos como vídeos, filmes, discos, juegos de ordenador, etc. Esto se debe al tradicional prejuicio contra los objetos de la cultura popular, que los considera como objetos de puro entretenimiento y opuestos a la alta cultura, constituida clásicamente por las grandes obras de pintura, literatura, música o pensamiento. Esto se debe básicamente a un desprecio hacia la cultura popular con unas concepciones equivocadas o limitadas sobre el uso educativo de los medios audiovisuales.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
Varios autores, (2000): Comunicación y educación en la sociedad de la información. Nuevos lenguajes y conciencia crítica (Barcelona, ed. Paidós). Cap. 6, Pág. 135 a 168 (Autor: José Luis Fecé)

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